miércoles, 15 de octubre de 2014

Redescubriendo un clásico: “La gata sobre el tejado de zinc”.

“La gata sobre el tejado de zinc”.


Por decisión propia este fin de semana pasado decidí ver “La gata sobre el tejado de zinc”. ¿Por qué? Porque me picó la curiosidad cuando una amiga mía, que está al igual que yo enamorada del cine clásico y de las películas de la firma Disney, intentaba explicarme quien era el actor principal del film. Por sus explicaciones yo creía que se trataba de Robert Redford: rubio, ojos claros y atractivo. No ayudo que cuando le pregunté si se trataba del actor de Memorias de África ella me dijera que sí. Al llegar a casa decidí mirar los actores que conformaban el reparto de esta película y no vi a Redford por ningún lado. Este hecho me llevó a mirar la ficha técnica de la película, salvo el argumento, y la curiosidad se asentó en mí al darme cuenta de que se trataba de Elizabeth Taylor y Paul Newman en la versión cinematográfica de la obra homónima de Tennessee Williams. Veréis, soy una apasionada de Tennessee desde que vi otra de sus adaptaciones llevadas al cine, puede que sea la más conocida de todas junto a esta, llamada “Un tranvía llamado deseo”. Tras el tranvía Vivien Leigh me llevó una vez más hasta este sensible genio en “La primavera romana de la Sra. Stone”.

Tennessee Williams.
Este escritor de obras teatrales sabía describir con palabras a la perfección, y con precisión, los sentimientos y las actitudes adoptadas por las mujeres. La gente tiende a declarar que esto era gracias a su homosexualidad, pero yo no quiero quedarme en el estereotipo que dice que los hombres homosexuales tienen una apariencia física masculina y a la vez psicológicamente son como las mujeres, no, me niego. Encontrar el deseo o el amor en alguien del mismo género que él no le concedía un super poder, o don, para saber que pasa por la mente de las mujeres en ciertas ocasiones, y mucho menos para entenderlo, cuando la mayor parte de las veces las propias mujeres somos incapaces de comprenderlo debido a la confusión de sentimientos contradictorios que se produce en la mente femenina.

Desde mi punto de vista su carácter sensible y compresivo hacía posible que el autor se colara y el interior de un sujeto, dejando atrás su persona externa, e indagara sobre la naturaleza de los sentimientos que componían su personalidad. Por este motivo Tennessee conocía de primera mano las acciones desempeñadas y los porqués de estas, no dejándose engañar por el exterior de las personas. Esto es lo que más le interesaba mostrar en sus obras, para que todos pudiéramos ver su visión.

Tennessee Williams era conocido por la fragilidad, pero a la vez fuerza, que poseían sus personajes protagonistas femeninos. Decían que se identificaba con los personajes que creaba él mismo, que era una mezcla entre Blanche Dubois, Karen Stone, Margaret “la gata” Pollitt, y muchos de sus otros personajes que parecían tener siempre algo en común: Williams.


Tennessee Williams ganó el premio Pulitzer gracias a su “cat on a hot tin roof”, un título que en español sufrió a manos de la censura, la cual quitó el adjetivo caliente del nombre de la obra cuando esta fue traducida ya que tenía doble sentido.

¿De qué trata esta obra?  

Brick (Paul Newman) y Maggie (Elizabeth Taylor) son un matrimonio algo fuera de lo común que no pasa por sus mejores momentos. Él se ha vuelto alcohólico que repudia a su esposa Maggie, la cual le sigue queriendo, y ella es ahora una mujer codiciosa. Cuando el cumpleaños del padre (Burl Ives) de Brick, enfermo terminal, se acerca, marido y mujer viajan a la mansión de la familia Pollit para celebrarlo. Mientras Brick se emborracha y Maggie intenta volver a enamorarle, el hermano de Brick, Gooper (Jack Carson) y su mujer Mae (Madeleine Sherwood) intentan camelarse al Sr. Pollit para adueñarse de la plantación que este posee y de toda su herencia.





Duelo de titanes.

En la primera escena vemos a Newman pisando fuerte, tanto literalmente como metafóricamente. Presenta la fuerza y determinación de su personaje con una sola mirada de sus penetrantes ojos azules, y reta a Taylor a un combate de tira y afloja en el que ambos se ven envueltos durante toda la película.

La entrada de Taylor tiene la misma fuerza que la de Newman. Nada más aparecer en pantalla amonesta el comportamiento de varios personajes y se enfrenta a una niña a la que macha con el helado que esta previamente le había tirado encima.

Todo tiembla cuando Maggie entra en la casa, anunciándonos que la historia no ha hecho más que empezar. Una serie de discusiones silenciosas que se libran en silencio simplemente con las miradas de ambos y la tensión que se percibe entre ellos.






¿No has notado el fuerte y repelente olor a mendacidad que hay en esta habitación?

Más que cualquier actor, la mentira representa el principal personaje de este drama. La ocultación de hechos, la negación de lo evidente, el engaño como manera para sobrevivir, la afilada y envenenada mentira que se cuentan unos personajes a otros e incluso a ellos mismos.

"Bueno, la verdad es tan sucia como las mentiras."


Si analizamos todos y cada uno de los personajes veremos como en todos hay un rastro de mentira. Toda falta de honestidad constituye la mendacidad.

Cuando Brick intenta saltar las vallas se está mintiendo así mismo diciéndose que sigue siendo capaz de hacerlo, al igual que cuando no quiere escuchar lo que Maggie tiene que decir sobre su mejor amigo, Skipper, fallecido. En ambos casos sabía la verdad en lo más hondo de su ser pero no quería ni verlo ni oírlo ya que supondría una manera de admitirlo. Por otro lado están los cuñados de Maggie que se mienten e intentan engañar al resto aparentando esa imagen de familia feliz que adora a su padre/ suegro cuando lo que adoran son sus propiedades y su dinero. El médico oculta la verdad tanto al padre de Brick como a su madre. Solo les comunica a sus hijos la gravedad de la enfermedad que posee “el abuelo”. No solo oculta sino que miente diciéndoles que tan solo se trata de un soplo en el colon y que mejorara cuando está a las puertas de la muerte. El Sr. Polllit había estado fingiendo durante toda su vida y la exageración en todas las acciones de la Sra. Pollit nos trasmite cierta desconfianza.

En realidad si nos ponemos a pensar, la más sincera de todos, quitando a los niños por supuesto, es Maggie. Ella muestra su disconformidad con todo aquello que no tolera, expone sus sentimientos ante el riesgo de que los pisoteen, actúa según sus principios, no finge ni engaña, tampoco miente u oculta. Tan solo es “la gata” que intenta defenderse  “sobre un tejado de zinc” que arde con el calor que irradian todas esas mentiras.

Todas estas mentiras adornadas por las relaciones establecidas dentro de la familia, el amor y, como no una compañera de la mentira que suele ir de la mano con esta, la hipocresía.

Censura.


No estoy segura de si la película fue censurada en España pero lo que sí sé es que la palabra “hot” (=”caliente”) fue suprimida cuando el título fue traducido por sus connotaciones sexuales.

La interpretación más común del título de la película se produce cuando el personaje de Newman le dice al de Taylor: - “¿Sabes cuál es la mayor victoria de una gata sobre un tejado de zinc caliente?; y Taylor le devuelve la pelota con: -“Seguramente continuar en él, intentando resistir”. Eso es lo que hace durante toda la película, resistir sobre el tejado. Por supuesto con el adjetivo “caliente” el autor se refería a la relación  entre marido y mujer. Cada persona es libre de interpretar aquello que ella quiera, y yo os digo que el tejado no solo está caliente por el deseo de Maggie de volver a tener una verdadera relación con Brick, sino por el calor infernal de las mentiras que la rodean.

Nominaciones y premios.

El film recibió 6 nominaciones a los Oscars de 1958, incluyendo la de mejor película, y se fue con las manos vacías al terminar esta gala pero con el tiempo recibirían una aclamación de un público menos conservador y el honor de entrar en el grupo de películas que todo el mundo conoce aunque solo sea de oídas.


That's all, cinéfilos!







Título original: “Cat on a hot tin roof”.
Duración: 107 min.
Director: Richard Brooks.
Guion: Richard Brooks y James Poe, adaptado de la obra homónima de Tennessee Williams titulada con el mismo nombre.
País: Estados Unidos.
Año: 1958.
Música: Charles Wolcott.
Elenco: Paul Newman, Elizabeth Taylor, Burl Ives, Jack Carson, Judith Anderson, Madeleine Sherwood.
Productora: Lawrence WEINGARTEN. Distribuidora: METRO GOLDWYN-MAYER.

Fotografía: William H. Daniels.

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